jueves, 17 de enero de 2013

Redacción.

Paseaba una joven ardilla por el bosque cuando escucho una tos cercana y al instante la reconoció era la de su viejo amigo el camaleón, rápidamente fue a su encuentro ya que no se encontraba bien hacia unos días.

¿Qué tal te encuentras?- le dijo la ardilla al camaleón-
Bueno un poco mareado por la contaminación contesto el camaleón con mala cara- estos humanos no se portan demasiado bien con la naturaleza.
Ya lo se- respondió la ardilla con cara de pena- solo destrozan el medio ambiente, mucho dicen de cuidar pero pocos lo cumplen.
Me lo vas a decir a mi- decía el camaleón mientra tosía  por su culpa todos nos encontramos mal, los arboles se están secando, en el cielo ya no se ve el azul por la mañana ni las estrellas por la noche, y nosotros los animales sobrevivimos como podemos, aunque ya de algunos no quede ni rastro solo el recuerdo.
De repente llego un cervatillo amigo saltando.
¿Que hacéis aquí?- dijo el ciervo-
Hablar de la contaminación y de quien la produce, los humanos- contesto la ardilla-
¿Como estas?- le pregunto el ciervo al camaleón al acordarse de su malestar-
Bueno no demasiado bien, cada vez me encuentro peor- contesto el camaleón-
pues si ellos no hacen nada al respecto, tendremos que hacerlo nosotros- dijo el ciervo cabreado-

Y ahí se acabo la conversación con intriga de la ardilla y su viejo amigo el camaleón.

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